Mientras vivimos en un mundo en donde se pregona la paz, el amor sin fronteras, el desarme y la globalización, mientras el común de la gente cree equivocadamente que ha llegado a un punto tal de desarrollo que ya necesita desestimar las preocupaciones de antaño, donde hemos sido en realidad embrutecidos al punto de la anulación de la capacidad pensante, y como resultado ya el común de la gente con la guardia baja, las potencias lideradas por la elite mundial redoblan sus apuestas.
Así es el caso de la guarnición militar Inglesa en Malvinas, al que el gobierno británico ha destinado 300 millones de libras esterlinas para su rearme en los próximos 10 años[1]. Como cita el National Security Strategy and Strategic Defence and Security Review 2015 de su Majestad: “Para continuar trabajando con los Isleños Malvinenses para defender su derecho a la autodeterminación”[2]. No nos olvidemos que Malvinas en el plano geopolítico mundial es de extrema importancia para Inglaterra y sus aliados, no solo por su posición estratégica y control de los mares del sur, si no por su proyección a la Antártida y por la basta riqueza en forma de hidrocarburos. Ahora bien, ¿Cómo justificar este rearme y ocultar el fin real del mismo? Muy simple, haciéndole creer al pueblo inglés y al mundo que Argentina está en proceso de rearme de su Fuerza Aérea con bombarderos de origen ruso, o cazas chinos y que en cualquier momento atacaran Malvinas. Nada más alejado de la realidad, tan alejado que hasta podríamos llamarlo una ficción. La Fuerza Aérea Argentina se encuentra probablemente en su peor momento histórico no solo del punto de vista de capacidades militares, si no en entrenamiento y capacitación que son prácticamente nulas e inexistentes. Sin mencionar la complicidad de los altos mandos en la destrucción de la misma, el desprecio por el personal subalterno y la abrupta caída de la calidad de personal ingresando a los institutos de formación y el quiebre moral, psicológico y espiritual de los hombres que todavía quedan en sus filas y no han optado ya por la baja o el retiro como viene pasando hace añares. Es así que en el 2014 el gobierno inglés firmo contrato con la firma MBDA para el desarrollo de un nuevo sistema de defensa antiaérea por valor de 36 millones de libras esterlinas, entre otros proyectos destinados a la defensa del espacio aéreo británico. El proyecto tuvo como objeto reemplazar a los misiles Rapier y el resultado es el despliegue en el 2016 de un sistema de misiles[3] conocido como “Sea Ceptor”[4] con misiles CAMM para montar en las fragatas con un alcance de 25km en su variante CAMM y de hasta los 45km en su variante CAMM-ER. Este es un misil de despegue vertical, con velocidades de 1000m/s, capaz de derribar UAV, helicópteros, aviones y misiles enemigos, es un misil que se puede operar todo tiempo y puede ser montado en las fragatas tipo 23 o su variante terrestre “Land Ceptor” que sería el caso de Malvinas. Se estima que los británicos pondrían a prueba este nuevo sistema de armas en los ejercicios navales a llevarse a cabo desde el 19 al 28 de Octubre de 2016 por lo que varios medios replicaron el Navarrea 0322 del 14-oct-2016 publicado en el Servicio de Hidrografía Naval[5]. Usando la excusa del rearme de la Fuerza Aérea Argentina lo que el Reino Unido y sus aliados en realidad están haciendo es fortalecerse militarmente contra Rusia en países satélites en una escalada que comenzó con el conflicto civil en Siria.
Los medios digitales ingleses dicen que los motivos que llevaron al rearme de la guarnición Malvinas son entre otros: “Que Argentina estaba negociando con Rusia la adquisición de un decena de bombarderos de largo alcance, capaces de atacar Puerto Stanley…”, y que Argentina:” Había comenzado negociaciones con China para aumentar la capacidad de la Fuerza Aérea Argentina”[6]. Nada más alejado de la realidad Argentina, ya que se estima que la Fuerza Aérea Argentina comprara solo los entrenadores avanzados Alenia Aermacchi M-346 (como se ve en la foto) absolutamente incapaces de generarle ningún tipo de amenaza a la guarnición inglesa en Malvinas.
Mientras autoridades argentinas continúan reclamando la soberanía en Malvinas, generando mucho ruido pero nunca llegando a nada nos preguntamos si esos mismos funcionarios no serán funcionales a los intereses del bloque Inglaterra, EEUU e Israel. Ya que con sus reclamos eufóricos, populares y que repetimos nunca llegan a nada, le dan la excusa perfecta a este bloque a seguir rearmándose en los mares del sur.
Si bien no es el objeto de este corto artículo, y siguiendo el hilo de los eventos y haciendo una proyección a mediano plazo cabe preguntarnos el destino de la Antártida y si el territorio Argentino será el teatro de operaciones de un conflicto mundial del que no será parte ni estará en capacidad de defenderse.
Luis Alberto Arias
[1] https://ukdefencejournal.org.uk/300-million-to-be-invested-in-defence-of-the-falkland-islands/
[2] http://en.mercopress.com/2015/06/22/new-antiaircraft-missile-test-in-falklands-on-fears-of-more-argentine-aggression
[3] https://ukdefencejournal.org.uk/300-million-to-be-invested-in-defence-of-the-falkland-islands/
[4] http://www.mbda-systems.com/maritime-superiority/sea-ceptor/
[5] http://www.hidro.gov.ar/nautica/cnv.asp
[6] http://en.mercopress.com/2015/06/22/new-antiaircraft-missile-test-in-falklands-on-fears-of-more-argentine-aggression
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